Construcción de didgeridoos con agave de la isla
Utilizo flores de agave o pita para fabricar didgeridoos. El agave, aunque no es una planta nativa, crece de forma abundante en la isla, como estos que podéis ver en la casa rural Kalindi, con una preciosa vista de la playa de Famara y el risco al fondo.
El proceso de construcción es laborioso pero sencillo. Básicamente consiste en elegir la pita, cortarla, dividirla en dos partes, vaciarla, sellarla por dentro, volver a unir las dos partes, lijarla por fuera, pintarla (si te apetece) y finalmente barnizarla. A la izquierda tenéis una foto de diferentes pitas en proceso, y a la derecha un didgeridoo al que sólo le faltan el pintado y el barnizado.
Y aquí podéis escuchar cómo suena
La flor de pita que elijáis para vuestro didgeridoo debe estar seca. Esto es importante porque si la dividís cuando aún está verde más tarde se deformará y las dos mitades no pegarán bien. Al mismo tiempo, al utilizar la flor muerta estamos siendo respetuosos con la naturaleza y dando otra utilidad a una materia que ya cumplió su función en vida.
Una flor de agave muerta no tiene por qué haber caído al suelo. Para saber qué flores tenéis que elegir, seleccionad una que tenga un color grisáceo y con las menos grietas posibles. La cortáis a la altura que os guste (a veces se pueden sacar dos o más didgeridoos de una sola planta) y luego la dividís por la mitad con un cuchillo y un martillo de madera, con golpes secos y cortos. A continuación se vacía por dentro con un cuchillo o una gubia. Es mejor dejar algo más de grosor en la boquilla y menos en la campana.
Sellamos el interior de ambas partes con abundante cola blanca,
y finalmente encolamos los bordes a unir, los unimos fuertemente durante 24 horas (en este caso hemos usado unos neumáticos de bicicleta cortados con tijeras), pintamos y barnizamos.
En caso de que la boquilla quede demasiado grande nos construímos una con cera de abeja.
¡¡¡Disfrutad vuestro didge!!!